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Notas "Off the record" de Ángel Rico

Portugal, hipótesis política (I)

*Por Ángel Rico

Tras las elecciones legislativas en Portugal, y después del comentario del Presidente de la República: -- que o actual cenário político era uma das possibilidades que tinha imaginado e manifestou ter "forte esperança" de que vão prevalecer os "superiores interesses de Portugal"— (sic) en numerosas familias de los partidos mayoritarios se ha detectado que –están al borde de un ataque de nervios--. Como quedó demostrado en las extravagantes declaraciones de Assunsão Cristas en TVI; ni la protagonista, ni el fondo, ni la forma, ni el tono, ayudan a un posible (y necesario) acuerdo con el PS. Nunca los incendios se apagaron con gasolina. Por ello, procede hipotetizar uno de los “escenarios posibles” a saber:

--Que el Presidente de la República, encargue la confección del próximo gobierno a la coalición PPD/PSD.CDS-PP, provocaría, en primer lugar, la autosatisfacción de los seguidores y prosélitos, con la autocomplacencia “hemos ganado”. Algo que no dejaría de ser un sofisma, porque siendo cierto que han obtenido más votos que el resto, también lo es que: --no tienen los apoyos suficientes para un gobierno estable--. Lo que obliga a releer la Constituiçao de Portugal que, entre otras cosas, en su artículo 9 dice:

--São tarefas fundamentais do Estado:

a) Garantir a independência nacional e criar as condições políticas, económicas, sociais e culturais que a promovam;

c) Defender a democracia política, assegurar e incentivar a participação democrática dos cidadãos na resolução dos problemas nacionais;

d) Promover o bem-estar e a qualidade de vida do povo e a igualdade real entre os portugueses, bem como a efectivação dos direitos económicos, sociais, culturais e ambientais, mediante a transformação e modernização das estruturas económicas e sociais;

Surgiendo la pregunta: --¿El Gobierno en funciones, en la pasada Legislatura, con mayoría absoluta (57 por ciento), trabajó para hacer posible lo que indica el artículo 9 de la Constituiçao?—A mi juicio y salvo más docta opinión, “No”; porque la falta de asunción de responsabilidades, por parte de quienes pasaron de 132 a 107 diputados, no garantiza que con la representación del 47  por ciento, sean capaces de hacer por los portugueses, lo que no hicieron con el 57 por ciento de los miembros de la Asamblea de la República. Y al análisis objetivo de los resultados electorales, del pasado 4 de octubre, me remito, y más concretamente a los 238.209 votantes potenciales, que se convirtieron en nuevos abstencionistas, en relación a las legislativas de 2011.

De todas las opiniones de los “unos, los otros” y del Presidente de la República, tras el recuento de votos, nadie (¡absolutamente nadie!) le ha dedicado una reflexión a los 4,3 millones de portugueses que no votaron. Y ahí es donde radica una parte importante del problema. Que quienes gobernaron, (PPD/PSD.CDS-PP), no hayan asumido, aún,  que su forma de gobernar desencantó a 738.754 antiguos seguidores suyos; y que quienes aspiraban a gobernar (PS), solo recogiese 179.517 de todos los votos perdidos por la coalición, (apenas el 24 por ciento), indica que: --Tal vez, los portugueses están echando en falta, un nuevo partido, que hable a la gente normal, de cosas normales, para afrontar la realidad de cada día; un partido con menos soberbia, unos mensajes inteligibles  y con capacidad de admitir, en alguna ocasión, que como cualquier portugués “se equivocan” y cuando lo aceptan rectifican--. En la coalición sobran magníficas individualidades, y se echa en falta un equipo, que ilusione y motive al electorado.

Eso nos lleva a otra cuestión interesante: --¿Hay liderazgo suficiente en quienes aspiran a gobernar, para superar los desafíos que Portugal tiene por delante?—Es una realidad que ahí está, que a pesar de ser un buen gestor, Pedro Passos Coelho no cuenta, de cara a los suyos, con el carisma de los fundadores (PPD/PSD) Francisco Sá Carneiro, Francisco Pinto Balsemão y Joaquim Magalhães Mota; sus acólitos le siguen, pero hasta cierto punto. No se tirarían por un terraplén por Portugal, como si ocurriría si lo hubiese indicado, el añorado, Sá Carneiro.

Incluso, hay quiénes opinan que: --es mayor el liderazgo de Paulo Portas, respecto a los afiliados del Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP) que el de Pedro Passos Coelho, respecto a los partidarios del Partido Social Demócrata; lo que en ocasiones ha detectado unas preocupantes carencias,  en un gobierno donde Passos, de momento, es el “primus inter pares”.

En la tragicomedia que todos los partidos con representación en la Asembleia de la República, están escenificando, a mi juicio, es un error que Passos Coelho haya dicho que: --“Não tenciono ter mais nenhuma reunião com o PS”-- Un gobernante, que pretenda ser líder de Portugal, debería coger al portavoz del PS, por la corbata, llevarle hasta la mesa de negociación y allí, con luz y taquígrafos, negociar el futuro de Portugal para los próximos cuatro años. Y no levantarse hasta no alcanzar un acuerdo.

Mantener el actual y perjudicial status quo, es la justificación necesaria, para que, muchos portugueses estén añorando, la aparición de un nuevo partido de centro, capaz de actuar como catalizador, para que el centro izquierda y el centro derecha, alcancen acuerdos que beneficien a la mayoría de los portugueses. El sainete actual, nos recuerda a Winston Churchill: --El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones--. Con lo que se está viendo, hay demasiados políticos, demasiados nervios y ningún estadista. 

…He dicho!

Continuará, hipótesis política, gobierno del PS

*Es presidente del Instituto Hispano Luso

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