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Notas "Off the record" de Ángel Rico

Que alguien le diga a Chacón que el fin no justifica los medios

*Por Ángel Rico

Los clásicos nos enseñaron que: “una persona sin información es una persona sin opinión”, pero tras escuchar las declaraciones de Carme Chacón, en relación al proceso judicial que se está desarrollando en el Tribunal  Supremo contra Baltasar Garzón donde dijo que --“algo falla cuando se sienta a un juez en el banquillo por haber perseguido un caso de corrupción”-- no cabe aplicar aquello de los clásicos, porque a la candidata a la Secretaría General del PSOE se le supone una cierta información, por aquello de sus estudios en Derecho en la Universidad de Barcelona.

Por tanto, lo que se desprende de las palabras de Chacón es un insulto a la inteligencia de los españoles, en general y al Estado de Derecho, en particular. Porque afirmar --que el proceso del máximo tribunal español al juez Baltasar Garzón es por perseguir un caso de corrupción--, es sencillamente una falsedad, porque la realidad es que Garzón quien, como juez instructor, tuvo autoridad para meter a gente en la cárcel (lo que es mucha autoridad) pasó por encima de la Seguridad Jurídica, que es uno de los principios del Derecho, universalmente reconocido, igual que las garantías constitucionales que en España son:

Artículo 9. 1.- Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución  y al resto del ordenamiento jurídico. 3. La  Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos.

Artículo 24.1. Todas las personas tienen derecho a obtener tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión.

Y Garzón, en el caso que se está viendo en la Sala de lo Penal  del Tribunal Supremo, presuntamente, vulneró el derecho a la defensa de unos ciudadanos, al que tienen derecho en cualquiera de las fases del procedimiento, desde el sumario, al juicio oral, en las alegaciones, aportación de pruebas y conclusiones.

Aquellos que jalearon a Garzón, desde los titirizejas, a los políticos de reconocido espectro, entre los que destacan Chacón y Llamazares con sus declaraciones contrarias al Derecho, son sencillamente impresentables, porque el imputado Garzón, único español que ha sido protagonista en  los tres poderes del Estado, es decir: ha participado en el Judicial, en el Legislativo, en el Ejecutivo, para volver a prestar servicios, nuevamente, en el Judicial, se creyó por encima de la Ley, vulnerándola y por ello, ahora se le está juzgando con todas las garantías. Garantías que como juez instructor no contempló para aquellos a quien intervino de forma ilegal las conversaciones entre “abogado y cliente”.

Esa es la diferencia entre un Estado de Derecho de corte occidental y los estados bananeros, como Cuba, donde Llamazares dice que le dieron el certificado de estudios en medicina. Para un liberal, como un servidor, puede ser entendible que el político comunista aspire a un estado, caracterizado por la filosofía estalinista del Derecho, de carácter autoritario y dictatorial. Lo que no entiendo es que, Carme Chacón, que aspira a ser la lideresa del PSOE acepte vulnerar la seguridad jurídica, con tal de que el juez instructor consiga los objetivos propuestos.

Sería conveniente que aquellos que apoyan a Chacón para auparla a la cúpula del PSOE,  --frente a los rubalcabianos y la tercera vía--, como José María Barreda o el exministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, le recuerden los principios procesales, que imponen a los órganos judiciales (Garzón) el deber de evitar desequilibrios en la posición procesal de ambas partes, e impedir que las limitaciones de alguna de las partes pueda desembocar en una situación de indefensión, prohibida por la Constitución Española y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional (STC de 11-06-1996).

Esa es la España del futuro a la que debemos aspirar, donde como dijo Winston Churchill: "La democracia es el sistema político en el cual, cuando alguien llama a la puerta de calle a la seis de la mañana, se sabe que es el lechero" y no “alguien que quiere aparcar frente a nuestra casa una furgoneta Kangoo con una cinta con versículos del C´ran”.

…He dicho!

*Es miembro de FAPE

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