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Notas "Off the record" de Ángel Rico

Verdad, sobre Verdad

 

* Por Ángel Rico

 

R. Zapatero ya ha conseguido el protagonismo internacional que tanto ha buscado. Ha conseguido despertar la atención del “G-7”, que ha convocado una cumbre específica en Canadá  para hablar de R. Zapatero y de su gestión de gobierno. R. Zapatero ha estado presente en dicha cumbre, aun sin tener una silla donde sentarse.

 

Davos fue el penúltimo ejemplo del descontento internacional con la hoja de ruta del presidente de gobierno español para atajar la crisis económica. Antes, y sin excepción, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y destacadas personalidades de las finanzas, incluidos premios Nobel,  y el Comisario Almunia, habían mostrado su asombro ante la pésima gestión de R. Zapatero.

 

El Financial Times se preguntó en un editorial: "¿Será capaz España de controlar su déficit presupuestario y recuperar su competitividad respetando los límites de la unión monetaria europea? Zapatero insiste en que sí. No obstante, tanto a él como a Salgado les queda mucho por demostrar". The Wall Street Journal, no menos severo, opinó que "Zapatero persigue una agenda ambiciosa pese a ser, con mucho, el presidente más débil en la historia de la UE".

 

Zapatero pudo pensar que el déficit corriente no tenía ninguna importancia práctica en la Europa de la zona euro, porque en su conjunto Europa estaba equilibrada frente al resto del mundo y, para Zapatero, ese equilibrio exterior era el que importaba. Bien, ha llegado el momento, y lo cierto es que el déficit español sí importa y es el punto de mira central de quienes cuestionan la permanencia de España en el euro y la continuidad de la Unión Monetaria Europea tal y como la conocemos hoy día.

 

Los expertos mundiales están coincidiendo en como debe España atacar  el problema, y nos indican las dos formas de abordar y corregir un déficit por cuenta corriente. La primera es por la vía de precios: ajustar los salarios reales o devaluar la divisa nacional. El ajuste de los salarios reales es una medida que corrige el déficit sin fomentar un proceso inflacionista. La devaluación de la divisa nacional, por otra parte, ha sido y todavía lo es, allí donde se puede implementar, el mecanismo tradicionalmente empleado. Eso sí, incorporando el proceso inflacionista que esta medida acarrea implícitamente. Ahora bien, cuando España se incorporó al euro cedió este derecho; al formar parte del euro esta opción era expresamente prohibida y casi totalmente inhabilitada para todas las economías dentro del euro. Sin embargo, hay que destacar la palabra "casi" porque, si se diera el caso en que un país decidiese salir del euro y de la Unión Monetaria, por muy equivocada y costosa que fuera esa decisión, no existe mecanismo alguno que lo impida. La Unión Monetaria no es una unión ni fiscal, ni política, es, simplemente, una casa a medio construir a la que llamamos Unión Europea.

 

Pero cuando las correcciones por vía de precios no llegan, la economía se ajusta por cantidades, es decir, la economía entra en recesión y el empleo desciende. En el caso de España, con una tasa de paro del 19%, podríamos pensar que la corrección del déficit vía cantidades ya habría llegado a su fin. La realidad es que no. La economía española sigue teniendo un abultado déficit corriente de aproximadamente el 5% del PIB. Antes, no rebasar un 2% ó un 2,5% del PIB se consideraba un déficit por cuenta corriente sostenible; eso sí, contando con que los prestamistas lo dieran por bueno. Ahora bien, las cifras de hoy día muestran nuestra realidad; es decir, la economía española va a tener que seguir sufriendo hasta alcanzar un equilibrio, o al menos, alcanzar un nivel de déficit que los mercados interpreten como suficiente y ello implique reanudar el flujo de capital.

 

R. Zapatero, no puede seguir manteniendo el desorbitado e improductivo gasto. No puede ir perdonando la deuda, a siniestro y siniestro, que algunos países mantienen con España y debe dejar de ser el Robin Hood del sistema. Porque sus numerosísimas tonterías económicas las estamos pagando todos los españoles.

 

La situación nacional está tan mal, que el “fiel” José María Barreda,  Presidente de Castilla-La Mancha, se ha atrevido a decirle a R. Zapatero que  debe acometer una reducción y remodelación del equipo de gobierno. Lo que es verdad. Sugerencia, a la que desde el gobierno central han respondido con un: Barreda, que se dedique a organizar su Gobierno, que buena falta le hace", lo que también es verdad.

 

Ambas verdades están resultando perjudiciales en general. Aunque doblemente perjudicial para los castellano manchegos. Por ello hay que ponerse manos a la obra para remediar esta preocupante situación. ¿Quién se apunta a este reto?

 

 

* Es Presidente de ADRIE

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